El texto que os propongo me parece muy interesante y pienso que podéis hacer un gran comentario ya que trata un tema importante y que está muy de actualidad.
No olvides lo que comentamos en clase.
Fecha de entrega: 30 de octubre.
Buen trabajo
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El punto de genialidad de «Operación Palace».
Soy uno de los millones de espectadores que vio el domingo el programa de Jordi Évole «Operación Palace». Y aunque el ruido de las críticas (positivas y negativas) todavía es muy perceptible, creo que estoy en condiciones de formar un juicio sobre el programa.
Vaya por delante que, sin duda, considero que fue un grandísimo programa. Y por varios motivos. En primer lugar porque me pareció algo distinto. Una apuesta arriesgada por ofrecer algo novedoso entre tanto programa y tanto concurso culinario refrito de otra cadena o simplemente la versión española de un concurso de éxito internacional.
En segundo lugar porque el programa estuvo fue el fruto de un gran trabajo y un gran esfuerzo. Un trabajo bien pensado, realizado de una forma muy profesional y que no engañaba a nadie. Creo que el objetivo de Évole fue alcanzado satisfactoriamente . Creo sinceramente que cuando has visto un programa, un entrevista o una película y el final, no solo le da la vuelta a todo el contenido, sino que inicia un trabajo de reflexión personal lo convierte en un gran programa, una gran entrevista o una gran película.
Pero lo que me ha dado qué pensar no ha sido la vertiente creativa o reivindicativa del programa sino una idea que no sé si Jordi Évole ha sido consciente. Si lo ha sido eso aporta más genialidad a su programa. Una vez que finalizó el programa, destapándose todo el sentido del programa me dí cuenta de que lo había logrado la ficción que Jordi Évole es que fuéramos reinterpretando los hechos objetivos (imágenes, expresiones y declaraciones que los que fuimos testigos directos hemos visto repetidas miles de veces) a la luz de la nueva historia que nos iban contando. Y como la cosa iba cuadrando y teniendo sentido, el conjunto era totalmente creíble. Es más, las declaraciones de los protagonistas se vestían con las ropas de la «autoridad» y no dejaban mucho lugar a la duda. Todo resultaba evidente, claro y distinto. Pero ya sabemos que la «evidencia» no es buen criterio para encontrar la verdad.
Ha sido un ejemplo de como los hechos cambian en función de la historia que los cuenta. Siempre he pensado que la Historia es la disciplina más manipulable y sin lugar a duda, la que más puede manipular (sobre todo a estudiantes de secundaria). Mucho más que la Filosofía (que por definición es una actividad racional y crítica que educa en el pensamiento lógico y autónomo). Lo curioso es que esto no sucede solo con con la Historia (a la que a partir de ahora miraré desde cierta relatividad, no relativismo) sino también, y sobre todo, con los datos estadísticos. Los números son objetivos pero la interpretación que se hace de ellos es plenamente subjetiva (y no puede ser nunca objetiva, ni universal ni necesaria). Una viñeta de El Roto decía: cuanto más me fijo en los números, más borrosa veo a la gente).
Una nota curiosa. A la misma hora en la que emitía el debate posterior al programa de La Sexta, un programa de otra cadena ofrecía otras ficciones sobre lo ocurrido el 23-F pero de estas no se habla, ¿por qué?
En definitiva, no se si esto último se hizo consiente o inconscientemente pero me parece muy bueno y muy aprovechable en la clases de Filosofía (si es que la LOMCE lo permite). Mi felicitación por un gran programa.
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¿Qué buscamos en las clases de filosofía?
Sin duda la experiencia personal es una fuente inagotable de reflexión. Hace poco tuve la oportunidad de exponer una actividad que un gran compañero, mejor profesor y magnífica persona y el que escribe elaboramos para nuestras clases de Ciudadanía y Ética en el I.E.S. Los Olivos de Mejorada del Campo (un saludo a todos). Estaba convencido de que es una gran actividad. Usar un pequeño taller de literatura para hacer pensar, me parecía una gran idea. Mi sorpresa fue comprobar que no todo el mundo está de acuerdo. Hasta ahí es normal, pero cuando el que no parece ver el objetivo final de esa actividad es un propio compañero de filosofía el asunto me parece más grave.
Obviamente la actividad no ofrece ningún contenido teórico, no busca ningún objetivo conceptual (si se me permite usar todavía esos términos). Lo que busca la actividad es un objetivo procedimental: la reflexión, el hacer filosofía.
Mi pequeña reflexión viene de la mano de este asunto. Como profesor de filosofía que busco conseguir con mis alumnos. Quiero que sepan muchos contenidos, que conozcan y dominen muchos conceptos pero con el único objetivo final de que sean capaces de pensar y reflexionar con mayor rigor. La tan usada frase de Kant «no se aprende filosofía sino a filosofar» no es para mí una frase que quede bonita en la programación. Pienso que debe ser lo que nos indique nuestra meta. En nuestros tiempo de nada nos sirve dominar a la perfección el pensamiento de Spinoza, Kant, etc. De nada me sirve si tales personajes son filósofos o no. Creo que ese no es nuestra tarea en Secundaria. Lo que yo pretendo es que mis alumnos adquieran un instrumento intelectual imprescindible hoy: la reflexión, el pensamiento crítico, la actividad filosófica (instrumento que no es muy del gusto de los poderes políticos o económicos, que me da que prefieren una sociedad dormida intelectualmente). ¿Es la filosofía una disciplina instrumental? Sin lugar a dudas. Y su principal arma es la PALABRA (escrita, leída y en diálogo)
No conozco al profesor de filosofía que salió tan disgustado de mi exposición (le pido disculpas por hacerle perder el tiempo pues parecía muy disgustado), pero la verdad es que me gustaría que me explicara qué persigue él como profesional de la educación, y como profesor de filosofía.
Opinión del vicario saboyano
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Las historias en Arlés
Después de disfrutar con vuestras historias, he hecho una pequeña selección. Felicidades a todos por las redacciones. Seguid escribiendo, no lo abandonéis nunca.
El vicario saboyano.
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Historias en Arlés
Os propongo un ejercicio que os ayudará a practicar la redacción, dar rienda suelta a la fantasía y conocer un poco mejor a uno de los mejores pintores de la historia del arte. El ejercicio consiste en inventarse una historia a partir de la imagen que nos muestre un cuadro de Vincent Van Gogh. Aquí tenéis dos enlaces en los que están todos los cuadros del genial pintor neo-impresionista. Lo primero que tienes que hacer es mirar con calma los cuadros y elegir uno que te llame especialmente la atención ( lo complicado va a ser elegir uno). Después detente a mirarlo unos minutos e inventa una historia a partir de la imagen del cuadro.
Escríbela en un folio en blanco (puedes escribirla en el ordenador) y entrégala antes del 24 de mayo. No te olvides de poner el nombre y el curso. Publicaremos en el blog las mejores historias.
No pierdas la oportunidad de expresarte y conocer un poco mejor a uno de los genios de la pintura. Van Gogh logró expresar sus historias con colores y formas. Utiliza las palabras para que los cuadros nos cuenten cosas.
Buen trabajo.
Aquí podréis encontrar los cuadros más importantes de Van Gogh:
http://www.artehistoria.jcyl.es/genios/pintores/gal3578-1.htm
El razonador
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vicariosaboyano 